domingo, 2 de noviembre de 2014

CHICKEN RUN


Y es que la cena de anoche fue de eso, de pollos. Eso sí, primero tenemos la necesidad de contaros que ya nos hemos instalado en el que va a ser nuestro hogar por los próximos ocho meses.  Estamos encantados con todo, sobre todo con la cocina porque tenemos horno (y es que el horno ha sido el elemento de criba para dar el OK a los pisos que íbamos viendo), así que os podéis imaginar que no vemos el momento de ponernos a hornear hasta que nos llamen la atención. Pero si hay algo que nos ha hecho especial ilusión han sido la batidora, la tostadora, la sandwichera y lo que creemos que es una gofrera (ya subiremos la foto para que nos lo confirméis). Vamos asumiendo que el presupuesto de vino y vodka se va a ver mermado en favor de harina y levadura.

Pero lo que nos ocupa hoy es la primera cena, no menos importante que la última de Yisus y sus doce colegas, aunque ya todos sabemos que hubo uno que le vendió por cuatro monedas. Ni los mejores estamos exentos de ser traicionados.

Retomando el hilo, ayer por la noche tras acomodarnos y realizar unas reformas en la distribución de la habitación, fuimos directos al lugar where magic happens: la cocinita. Bueno, en honor a la verdad esto fue lo segundo que hicimos. Lo primero fue peregrinar hasta un establecimiento abierto para comprar vino blanco (Rueda), café y un cepillo para los piños (dientes).

Tiempo de preparación: unos 30 minutillos.
Dificultad: tan sencilla que ni George Bush encontraría problema alguno si no fuese por el chorrito de vino blanco que os animamos a echarle al plato.



Los ingredientes os los mencionaremos sobre la marcha, así que let's go!

En primer lugar tomamos una cazuela, le echamos un chorrito de aceite y cuando esté hot as hell, doramos los muslos. A continuación picamos cipolla (cebolla) en juliana y se lo añadimos y cuando esté un poco pochada, le añadimos el resto de verduras. En nuestro caso han sido guisantes, zanahorias baby congeladas y champiñones frescos aprovechando que están de temporada y por un euro te llevas una bandeja bien simpática. Después cortamos dos rodajas de limón y se las agregamos tal cual (enteras, no exprimidas) junto con un chorrito de vino blanco. Sal y pimienta al gusto, y listo. Ahora sólo queda esperar a que se cocine hasta que veamos que está en su punto.

Mientras tanto, podéis aprovechar para preparar el puré de patata, aunque no os vamos a engañar y el nuestro es un fake (es de sobre, más falso que la virginidad de Britney Spears). Si tenéis tiempo siempre será mejor pelar unas patatas, trocearlas para acelerar la cocción y pasarlas por el pasapuré o simplemente aplastarlas con un tenedor. Como el nuestro es falso, sólo tenemos que poner leche a calentar en un cazo, apartarlo del fuego cuando rompa a hervir y añadirle los copos de puré de patata, una yema de huevo (le quitamos la clara y la guardamos, por ejemplo, para hacer un bizcoho) y sal.

Y colorín colorado, este post se ha acabado. No vamos a adelantar cómo sabe el plato pues esperamos que seáis vosotros quienes nos lo cuenten.

Huele a pan recién hecho! Cenamos?

1 comentario:

  1. Pues seguro que estaba muy bueno, el pollo con esas verduras está de lujo, y ademas muy fácil de hacer. Bs.
    Julia

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